Uno de los principales rasgos de la cultura judía es que Plasencia conserva la ubicación del cementerio judío medieval, en el entorno del berrocal.
El Berrocal se localiza frente a la judería de Plasencia, con acceso directo a través de la Puerta de Berrozana, para evitar cruzar espacios ocupados por cristianos.
El cementerio judio es visitable aunque su acceso se realiza por una carretera, pese a estar rodeado de la ciudad. Hay un proyecto para que dicho camino sea una calle más de la ciudad que conecte la Avenida Sor Valentina Mirón y el Recinto Ferial del Berrocal, pero está a la espera de financiación.
En un monte adehesado y rodeado por la ciudad se conserva este cementerio medieval en el que se observan una veintena de tumbas excavadas en las rocas con figura antropomórfica y cumpliendo las leyes judías para los enterramientos (tenía que ser tierra virgen, que hoy es todavía, estar en pendiente y mirando a Jerusalén).
Aunque no se han conservado las lápidas de las tumbas, se utilizaron en la construcción en los siglo XVII en adelante, sí que se conservan las tumbas y se ha señalizado para su disfrute, pero al tratarse de un entorno rústico, adehesado, dependiendo de la época del año las flores y matas silvestres pueden cubrir las tumbas. De la misma manera, los postes y paneles han sufrido diversos actos vandálicos que han dejado prácticamente sin señalización dicho cementerio judío.