Catedrales:
La Catedral nueva o de la Asunción data de finales del s.XV de estilo plateresco. Para su construcción se reutilizaron materiales de la Catedral Vieja y su aspecto inacabado responde a la falta de financiación para terminarla. Su interior alberga numerosas piezas de interés artístico como el Retablo Mayor con esculturas de Gregorio Fernández y pinturas de Francisco Ricci, la sillería del coro de Rodrigo Alemán con su majestuosa reja, o los retablos churriguerescos de la Asunción y de San Agustín.
Por su parte, la Catedral vieja fue construida en el siglo XIII en estilo románico de transición al gótico, destaca en su exterior la portada románica, su parte más antigua, con una hornacina representando la Anunciación de la Virgen y un rosetón de alabastro de estilo gótico. En su interior podremos disfrutar de su bello claustro de inspiración cisterciense, piezas escultóricas de gran valor, los tesoros que guarda su Museo Catedralicio y la imagen de La Virgen Blanca del siglo XIV.
Sobre la Capilla de San Pablo, antigua Sala Capitular de la Catedral, se erige la popular “Torre del Melón”, que podremos contemplar desde la terraza del Enlosado. Además, en dicha sala nos encontramos con la imagen de La Virgen del Perdón de finales del s.XIII y principios del XIV.
Torre Lucía:
Fue una de las tres grandes torres que reforzaban el recinto amurallado de la ciudad. Se trata del cubo más representativo y mejor conservado de la muralla medieval.
En su interior se ubica el Centro de interpretación medieval de la ciudad de Plasencia que ofrece a los visitantes la posibilidad de conocer la desaparecida fortaleza, así como de descubrir la ciudad medieval, sus orígenes históricos y su carácter defensivo. Recorre la muralla mediante los paseos de ronda y observa la ciudad y la sierra de Santa Bárbara desde su mirador.
Museo etnográfico y textil “Pérez Enciso”:
El museo Etnográfico y Textil Pérez Enciso, se ubica en el antiguo hospital de Santa María Se trata de un espacio que contribuye a la concienciación ciudadana sobre la importancia de su patrimonio y seña de identidad.
El edificio tiene gran valor arquitectónico y destaca por las bóvedas de aristas de ladrillo de estilo mudéjar que cubren todas las salas y se mezclan con los nuevos materiales como el mármol en diferentes colores, creando una magnífica adaptación para usos museísticos.
El museo presenta un variado conjunto de objetos que nos instruyen en la forma de vida tradicional mediante la exposición de objetos que tenían como función cubrir las necesidades básicas de vida: mediante diferentes elementos fabricados en madera, barro, materias vegetales o animales. Igualmente, alberga una sala que se centra en la indumentaria típica de la provincia además de la vestimenta real de la gente de los pueblos cercanos a Plasencia.
Palacio Marqués de Mirabel:
Es uno de los edificios civiles con más atractivo histórico-artístico de Plasencia, construido por los que fueron Duques de Plasencia, Don Álvaro de Zúñiga y Doña Isabel Pimentel en el s. XV. Su interior ofrece un magnífico patio neoclásico de dos pisos con arcos de medio punto y una importante muestra de piezas arqueológicas italianas de época romana, azulejos provenientes del Monasterio de Yuste y una interesante colección de la caza del Duque de Arión con piezas de finales del s. XIX, que se puede visitar. El exterior y en su parte posterior posee un balcón de estilo plateresco, único en la ciudad.
Entorno natural: Mirador de la Virgen del Puerto y parques con encanto
Plasencia destaca por ser un perfecto destino familiar. Disfruta con los más pequeños del famoso parque de Los Pinos, donde viven en libertad pavos reales y patos, junto con el parque de la Coronación y el de la Isla, muy popular sobre todo en verano porque cuenta con una piscina natural apta para el baño. Tres enclaves imprescindibles donde los más pequeños pueden disfrutar de forma segura y en familia.
Y como última recomendación, disfruta de las espectaculares vistas que ofrece el monte Valcorchero. Desde el Santuario de la Virgen del Puerto del s.XVIII podrás disfrutar de unas inmejorables vistas de toda la ciudad, así como de la presa y el Valle del Jerte.
Barrio Judío:
Plasencia contó con uno de los principales asentamientos sefardíes de Extremadura. La presencia de los judíos en Plasencia es conocida desde el Fuero otorgado por Alfonso VIII en el año 1189, en el que hay referencias claras a la población judía. Ya en el siglo XV, la aljama placentina rondaba las 200 familias, con una gran sinagoga, la mejor y más antigua que había en Extremadura, en el lugar denominado “La Mota”, situada en lo que es actualmente el Palacio del Marqués de Mirabel y el Convento Dominico de San Vicente Ferrer -sede de la exposición de pasos de Semana Santa.
En el Berrocal se ubicaba el antiguo cementerio judío del que aún se pueden ver restos de tumbas excavadas en la roca. Sin duda, un enclave imprescindible que no puedes perderte en tu visita a la ciudad.
Acueducto de San Antón:
Se trata de la gran obra de ingeniería del s.XVI que fue más costosa aún que la Catedral Nueva. Se construyó para transportar agua desde Cabezabellosa y el Torno hasta la ciudad. En la actualidad se conservan 55 arcos de medio punto y su longitud es de 300 metros y 18 metros de altura máxima. Además, aún se conserva en el sexto arco la piedra fundadora de esta obra.
Sin duda uno de los monumentos más importantes de la ciudad.