Muralla

Con su doble sistema defensivo, es el gran elemento del patrimonio monumental que caracteriza a la ciudad. Fue construida entre la fundación de Alfonso VIII a finales del siglo XII y principios del siglo XIII, dándose por concluida en el año 1201. En 1196 una invasión almohade se hizo con el poder durante un año, tras el cual la ciudad volvió a pasar a manos del rey castellano que por seguridad hizo reforzar la muralla. Con un perímetro aproximado de 2,2 kilómetros, llegó a tener más de 71 cubos, de los cuales conservamos 20. En su origen tuvo 5 puertas y 2 postigos que aún conservamos.

Esta torre estuvo unida al alcázar de la ciudad, el cual fue derribado en el siglo XX. Podremos pasear por un tramo de muralla si entramos dentro de la propia torre, la cual alberga el Centro de Interpretación de la Ciudad Medieval de Plasencia que nos ayudará a entender la configuración y el sentido de nuestras murallas. Su nombre hace referencia al fuego que en ella se encendía para guiar a los viajeros que llegaban a la ciudad, y para avisar a la población y castillos de los alrededores en caso de peligro.

Muralla

Con su doble sistema defensivo, es el gran elemento del patrimonio monumental que caracteriza a la ciudad. Fue construida entre la fundación de Alfonso VIII a finales del siglo XII y principios del siglo XIII, dándose por concluida en el año 1201. En 1196 una invasión almohade se hizo con el poder durante un año, tras el cual la ciudad volvió a pasar a manos del rey castellano que por seguridad hizo reforzar la muralla. Con un perímetro aproximado de 2,2 kilómetros, llegó a tener más de 71 cubos, de los cuales conservamos 20. En su origen tuvo 5 puertas y 2 postigos que aún conservamos. 

Es uno de los monumentos civiles más destacados de la ciudad. Fue construido en piedra por Juan de Flandes a mediados del siglo XVI para sustituir una construcción anterior llamada “Cañería de los Moros” datada en el siglo XII. Servía para traer el agua a la ciudad desde las sierras cercanas de Cabezabellosa y El Torno y actualmente conservamos 55 arcos, 7 de ellos junto al Hospital. Su longitud es de 300 metros y 18 metros de altura máxima. Algunos de sus arcos fueron restaurados tras su destrucción en la Guerra Civil.

Diseñado en el siglo XVI por Juan de Álava, uno de los arquitectos de la Catedral, que incorporó una balconada para presenciar los festejos públicos. En la torre del reloj encontramos al Abuelo Mayorga, autómata que da las campanadas y que se ha convertido en uno de los símbolos más queridos de la ciudad.